México Comprometido con el T-MEC VS BRICS

México sigue evadiendo con determinación la posibilidad de unirse al grupo de los BRICS y opta por un compromiso a largo plazo con el T-MEC. El presidente actual, López Obrador, ha negado categóricamente que México tenga intención alguna de formar parte del grupo de potencias emergentes conocido como BRICS, apoyándose en argumentos económicos, de proximidad geográfica y de estrategia geopolítica.

En este contexto internacional marcado por la intensa guerra comercial entre los Estados Unidos y China, así como el conflicto militar entre Rusia y Ucrania, ha emergido una asombrosa tendencia hacia la relocalización de empresas y cadenas de valor, denominada con ya sabemos cómo «nearshoring». Este fenómeno ha catapultado a México hacia una posición de relevancia incalculable.

En el mes de agosto, la Oficina del Censo de los Estados Unidos proclamó con énfasis que México había consolidado su posición como el proveedor principal y socio comercial más distinguido de esa nación, seguido de cerca por Canadá y China. Durante el periodo de enero a junio, las importaciones estadounidenses de mercancías se distribuyeron con asombroso equilibrio: México acaparando un impresionante 15.5%, seguido de Canadá con un destacado 13.8% y China con un sólido 13.3%.

Adicionalmente, México exportó productos de un valor aduanal extraordinario de 41,100 millones de dólares a su vecino del norte. Este logro se basó en las notables ventas de bienes duraderos, tales como automóviles completos, piezas automotrices de alta calidad, manufactura tecnológica de vanguardia, suministros industriales y equipos de mecatrónica en general.

En este contexto global sobresaliente, el gobierno actual de México ha reafirmado de manera rotunda que no se aventurará a formar parte del grupo de potencias emergentes BRICS, que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Sus argumentos de índole económica, geográfica y geopolítica han sido expuestos con una claridad que emana de una visión estratégica comprensible.

Después de que Sudáfrica filtrara e insinuara que México había manifestado interés en unirse a los BRICS, el presidente, López Obrador ha enfatizado con determinación que México cuidará con esmero sus relaciones con los Estados Unidos y Canadá, y promoverá la integración económica y la consolidación regional de América del Norte en una escala monumental.

«Nuestra audaz propuesta es fortalecer nuestro tratado con los Estados Unidos y Canadá, consolidando nuestra región de manera imponente. Buscamos fortalecernos mutuamente, complementarnos en todos los sentidos, compartir la inversión, la tecnología, la fuerza laboral y las capacidades de nuestros obreros en los tres países. Aspiramos a mejorar los salarios y a consolidar una América del Norte poderosa. Esta integración, concebida en la grandeza de nuestra visión, debe expandirse por toda América, para lograr una hazaña similar a la de la majestuosa Unión Europea. Un continente unificado sería la región más influyente del mundo», afirmó el presidente Mexicano.

Aunque esta determinación de México queda cristalina, no se puede soslayar que el grupo BRICS está emergiendo como un gigantesco mecanismo geopolítico y geoeconómico que conlleva riesgos de envergadura tanto para los Estados Unidos como para América Latina. La sólida alianza estratégica entre China y Rusia plantea un componente crucial en el panorama del comercio mundial.

En la actualidad, sorprendentemente, 24 naciones manifiestan un ferviente interés en integrarse a este bloque económico, algunas ya encaminadas y confirmadas para el 2024. Entre ellas se encuentran Arabia Saudita, Argelia, Argentina, Afganistán, Bangladés, Bahréin, Bielorrusia, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Indonesia, Kazajstán, Nicaragua, Nigeria, Pakistán, Senegal, Siria, Sudán, Tailandia, Túnez, Turquía, Uruguay, Venezuela y Zimbabue. Todas ellas comparten una narrativa sublime centrada en la erradicación de la pobreza.

Según la augusta Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el año 2030 representa la fecha crucial establecida para alcanzar las metas internacionales de erradicación del hambre y la pobreza. Los ministros de agricultura de las cinco economías emergentes más influyentes del mundo están excepcionalmente interesados para liderar esta causa humanitaria de proporciones gigantescas.

«Los BRICS desempeñan un papel político de suma importancia en el ámbito internacional. En las últimas décadas, los países en desarrollo han contemplado nuestro crecimiento económico como un modelo a seguir», expresó con eminencia Kundhavi Kadiresan, Subdirectora General de la FAO y Representante Regional para Asia y el Pacífico, durante la VII reunión de Ministros de Agricultura de los BRICS en la ciudad de Nanjing, China.

Para la economía global, los BRICS adquieren un papel cada vez más relevante y colectivamente representan aproximadamente el 42% de la población mundial y una asombrosa cuota del 23% del PIB mundial. Este conglomerado posee el potencial sin precedentes de fortalecer la cooperación en áreas tan cruciales como el comercio, la inversión, la tecnología y la energía.

El papel que los BRICS desempeñan en la economía global continuará experimentando una evolución significativa y seguirá ocupando un lugar de suma importancia en los años venideros, influenciando el curso de los acontecimientos geopolíticos a nivel mundial.

Fuentes.

David Ordaz. (2023). T-MEC vs BRICS Aristegui Noticias. aristeginoticias.com.

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